Angel Castillo
  Caballos Destacados
 

"BURLESCO" PRIMER GRAN
CAMPEÓN NACIDO EN EL PAÍS

Recordado crack nativo, orgullo de la cría. Hijo de Knowchando en Mary Pickford. Propietarios: Florencio y Juan Vicente Gómez (hijo), nacido y criado en el haras Mamoncito en los valles de Aragua. Debutó el 15 de noviembre de 1936. Estableció dos récords de pista: 1.000 metros en 63"4/5 y 1.200 metros en 76"4/5.
Del 12 de diciembre de 1937 al 10 de julio de 1938, disputó 8 carreras, ganándolas todas, de 800 a 1.600 metros.
Este caballo fue espectacular, de hecho hay una copa y un clásico que lleva su nombre. También es bueno acotar que Burlesco es el único monumento a la entrada del hipódromo la Rinconada.

 

"GRADISCO"
Caballo castaño nacido en 1957 en el haras San Pablo. Inicia su campaña a los dos años de edad, con un fácil triunfo en los 800 metros, donde deja récord de pista. La otra carrera sería el Clásico Antonio José de Sucre, para así mantenerse invicto en tres presentaciones, siempre con Camacaro como jinete, cosa que le dio el título de mejor potro con dos años.
El 8 de mayo de 1960 va en disputa del José Antonio Páez, primer eslabón de la triple corona, en su lomo llevaba a Gustavo Ávila, no tuvo problemas para hacerse del triunfo.
Más adelante vuelve a las manos de Camacaro, su primer jinete, con él gana el Clásico Fuerzas Armadas de Cooperación y el Ministerio de Agricultura y Cría. Pero posterior al MAC el campeón queda algo resentido de sus miembros, por lo que se dudaba su participación en el último paso de la trilogía nativa, sin embargo decidieron correrlo. Gradisco ganó nuevamente sin problemas, de esta manera se convirtió en el primer triplecoronado de nuestro país.
El crack cumplía 17 victorias en igual número de actuaciones, caballo que hasta el momento no sabía lo que significaba la derrota. También es importante señalar que Gradisco antes de iniciarse la campaña ganó su primer galardón por ser el pura sangre criollo mejor conformado físicamente.
Debido a serios problemas de salud, el triplecoronado fue parado por diez meses, luego de discusiones entre el entrenador y sus propietarios, éstos últimos deciden que salga a correr nuevamente, a pesar de su crítico estado de salud. Gradisco vuelve el 5 de agosto de 1961 al clásico "Fuerzas Armadas de Cooperación", pero no pudo hacerse del triunfo esta vez y tuvo que conformarse con un denigrante noveno lugar, lo que le quitó su invicto.

"VICTOREADO"
Era un caballo alazán, por Viviani en Yeyela, de la generación de 1963, nacido y criado en haras La Quinta. Inició campaña en 1965, irrumpiendo en la temporada de 1966 al despuntar en el Clásico José Antonio Páez, en distancia de 1.600 metros, donde fue derrotado por su hermana Vélika, (también hija de Viviani), quedando en el segundo lugar.
Es convocado a participar en el Clásico Internacional del Caribe, a donde también fue su hermana, por ser los mejores de la campaña en Venezuela. A Victoreado lo montó Gustavo Ávila y a Vélika Rogelio Cortez.
El Clásico Internacional del Caribe de 1966 se corrió por primera vez el 26 de junio en San Juan de Puerto Rico, en el hipódromo "El Comandante", con la participación de ejemplares tresañeros de Colombia, Puerto Rico, Santo Domingo, Panamá y Venezuela. En los primeros mil metros Victoreado estaba en el último lugar, mientras que Vélika se hacía del cuarto. Es allí cuando el que iba segundo, El Rebelde, presiona a la puntera, la potranca Bibi y la hace ceder, aprovechando también Vélika para meterse al segundo lugar, mientras que Victoreado iniciaba su avance a todo tren. Cuando restaban 400 metros las posiciones del primero y segundo no habían variado, mientras que Victoreado ya se hacía del tercero, pasando luego a su hermana y lanzándose en pos de El Rebelde, que se resistía. Victoreado era exigido al máximo por su jinete, Gustavo Ávila, y así logran pasar al borinqueño El Rebelde, ganándole por medio cuerpo.
Victoreado recibió a posteriori el calificativo de "Caballo de Hierro", pues luego de ir a la cría y servir varias yeguas regresó a la pista, reiniciando su campaña.

"CAÑONERO"
Cañonero era un caballo nacido en los Estados Unidos, hijo de Pretendre II en Dixieland, fue comprado por $1.200 (Bs. 4,30 por dólar) en las ventas de Keeneland en Kentucky por un comprador venezolano, hoy el conocido Luis Navas, quien de inmediato organizó los trámites para la entrada del caballo a Venezuela, consiguió venderlo a Pedro Baptista, dueño del stud Viplayape. El potro le es entregado para su estreno al entrenador Juan Arias.
Cuando la venta de Cañonero se concretó en Venezuela, este tenía permiso para correr el Mar Futurity y los tres pasos de la Triple Corona Norteamericana. Antes de su vuelta al norte el potro había ganado varias carreras en nuestro país, se mantuvo invicto durante tres presentaciones antes del Clásico Gobernador del Distrito Federal, donde llegó último.
La primera vez que corre en EUA lo hace en el Mar Futurity, prueba en la que arribó tercero. Luego vuelve a Venezuela, donde corrió otras seis carreras, para completar diez (seis ganadas, tres terceros y un fuera de marcador).
Su dueño y entrenador se lo llevan a los Estados Unidos donde quieren correr las tres válidas de la Triple Corona Estadounidense y son tildados de locos e ilusos. Gustavo Ávila, quien lo corrió en su única presentación en el norte, también vuela para correrlo en la carrera más importante de la campaña norteamericana, el "Kentucky Derby".
Se dio inicio a la carrera y Cañonero iba en el segundo lote durante los primeros 800 metros pero a la altura de los 1.200 Ávila exige a fondo al ejemplar, corriendo siempre por fuera. Al entrar en la recta final, Cañonero se viene encima de los punteros, cayendo fuerte sobre ellos y sacándoles cuatro cuerpos de ventaja.
Luego le tocó correr la segunda de la triple corona norteña, en el hipódromo de Pimlico, en la ciudad de Baltimore, estado de Maryland, la 96ava edición del Preakness Stakes. Se ordena la largada y como se esperaba Eastern Fleet sale a tomar la delantera, pero esta vez Cañonero desde el inicio lo secunda, sin dejarlo escapar en ningún momento. Cuando entraron en la recta final, el forastero venezolano dominaba a su enemigo, por media cabeza, pero a medida que se acercaban a la meta, la victoria se consolidaba, logrando sacarle cuerpo y medio. Nadie podía creer que un venezolano ganara la segunda de la triple corona, ni el presidente Nixon, quien llamó a Ávila para felicitarle, porque si bien el caballo era norteamericano, jinete, entrenador, caballerizo y dueño eran nativos, además su conformación definitiva la concluyó en nuestro país.
Cuando se acercaba la tercera de la Triple Corona, el Belmont Stakes, se corrió la voz de que Cañonero tenía problemas de salud, los cuales eran ciertos, presentaba micosis (hongos) y no fueron bien tratados por el veterinario norteamericano que le atendía los días previos a la cita. Dan la partida y rápidamente Ávila con Cañonero toma la delantera -a sabiendas de la falta de entrenamiento del caballo-, se mantuvo allí por unos 2.000 metros, pero cuando faltaban 400 metros se le acerca Past Catcher, sin embargo Cañonero es capaz de darle lucha, la cual no pudo sostener y se entregó en los últimos doscientos metros, llegando cuarto. Venezuela sufría porque no pudo triplecoronarse nuestro campeón, pero sin duda alguna ha sido una de las glorias más importantes de nuestro deporte nacional, el que Cañonero haya ganado dos de la triplecorona norteamericana.

 

 
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